5.11.05

Razón de ser

Las trincheras están en cada mañana. Despertamos. Avanzamos. El pelotón aguarda. Llaman. La carga, enfrente. Las trincheras están en el televisor, al otro lado del salón. Todos irán surgiendo. Son aquellos que conocimos. Aquellos que inventamos. Aquellos que murieron, un día, de repente, sin avisar. Aquellos que olvidamos. En las trincheras está todo. Y nada, por supuesto. Mitad y mitad de un cocktail que no sabe nunca bien. Ya lo sabéis. Así enseñaron a cabar tumbas. El reloj se disipa. Entre malas noticias y aniversarios buscaré un rincón donde aguardar que caiga el cielo. Empezamos.

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