23.11.05

Morgan Salucci

Aquel niño había crecido en el barrio respondiendo a todo: yo que sé. Daba igual que le dijesen. El siempre respondía: yo que sé. Así creció sin que nadie le hiciese preguntas. La gente del barrio se había cansado de preguntarle porque nunca encontraban respuesta. Aquel niño era el hombre que ahora veía al fondo del restaurante, con dos pistoleros vigilando la entrada y otros dos cubriendo la puerta trasera y el cuarto de baño. Era el jefe de la mafia local. Una mañana aparecieron muertos cinco hombres. La prensa hablaba de un ajuste de cuentas mientras la policía cerraba la boca. Al otro lado de los cristales del bar vi la escena. Cuando el comisario le preguntó a Morgan Salucci, él respondió: yo que sé. No hay más preguntas, señoría.

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