12.11.05

La huida

El coche me dejó tirado a medio camino entre aquí y ninguna parte. De nuevo estaba donde quería no estar. La melodía de la radio alegró la tarde. Ni lo descolgué. El coche perdía aceite. Lo dijo un mecánico que viajaba en un camión. Los vi marcharse al fondo de la carretera. Allí andaba yo de nuevo esquivando sombras. Por un momento hubiera dado un brazo por tener allí a los muchachos y una caja de cerveza. Todo parecía tan oscuro que decidí dormir. La huida siempre es más dura que cuando se planea. Poco a poco.

No hay comentarios: