16.11.05

Canciones de amor

No me gustan las canciones de amor. Ésa es la única herencia que me dejó mi padre. Pero es de lo que más orgulloso estoy. Ahora a los muchachos tampoco les gustan. Yo se lo he contado. Lo entendieron. Cada vez que en el bar suena una, el camarero sabe que tiene que cambiar de emisora. A él no le convence del todo. Dice que el romanticismo es lo que su madre le legó. Por eso no le reprochamos nada. Pero los muchachos y yo sabemos que mi viejo tenía razón. Las canciones de amor son propaganda del Gobierno. Están hechas para que te cases, tengas un montón de hijos y pagues impuestos. No pienso pasar por ese aro.

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