22.11.05

Billy

Ya se había montado el lío de nuevo. A Billy el niño no podíamos darle dos cervezas. Se le soltaba la lengua y empezaba a decir barbaridades a las mujeres del bar. Los novios saltaban sobre Billy y enseguida nosotros sobre ellos. Ya estaba el lío montado. Pero Billy era como nuestro hermano pequeño. Y por un hermano pequeño se saltaba encima del más feo y gordo de todos los tipos. Por eso aquella noche de nuevo se montó el lío. Y por eso acabamos todos sentados en la acera fuera del bar con la cara magullada y riéndonos a carcajadas mientras Billy vomitaba apoyado en un muro.

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