25.4.09

El trabajo

Un trabajo serio, lo que se dice un trabajo serio, nunca había tenido ninguno de los muchachos. Hacían lo que podían. Lo que salían. Sabían conducir. Eran listos. Podían hacer de todo. El problema es que los trabajos apenas les duraban una semana. Siempre ocurríoa algo. Un jefe cretino, un tipo que no paga, un engaño. Los muchachos saltaban. No tragaban. No estaban dispuestos a tragar con aquella gente que les trataba como mercancías. Ellos no. En aquellos trabajos había hombres con familia. Hombres que bajaban la cabeza y tragaban. Hombres acostumbrados a tragar. Hombres que vivían con miedo. Los muchachos no eran así. No podían serlo. Cada vez que uno de aquellos jefes en uno de aquellos trabajos se pasaba de la raya uno de los muchachos le saltaba al cuello. En una ocasión uno de ellos le rompió la nariz a uno de aquellos bastardos por insultar a un hombre. Cada vez que algo así sucedía, los ojos de aquellos hombres con familias y miedo se iluminaban. Merecía la pena.

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