4.4.09

El carnicero

Estuvimos toda la tarde recordando cómo golpeaba aquel hombre. Los muchachos le habían visto pelear. Yo también. Aquella era una de las cosas que no se olvidan nunca.Ese hombre subido al ring bailando al ritmo de una música que solo escuchaba él formaba ya parte de nuestra historia. Desde el día que lo vimos pelear, allí, ante nuestras narices no habíamos dejado de hablar de ello. Fueron solo cinco asaltos, pero el carnicero nos enseñó lo que que era pelear, lo que era no rendirse, lo que era estar desahuciado y resucitar. Aquella tarde estuvimos recordándolo. Uno de los muchachos se había metido en un jaleo y sabía que no saldría bien. En aquellos momentos siempre recordámos el combate que vimos. No nos daba ánimo ni fuerzas, pero todos sabíamos que lo que aquel día vimos algún día volvería a repetirse. Con eso nos bastaba.

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