28.9.07

Ayer

Bebíamos como demonios hasta que uno caía al suelo. Entonces reíamos. La noche pasaba rápido. Lo hacíamos pocas veces, pero cuando lo hacíamos todo el barrio se enteraba. No celebrábamos nada. Solo nos juntábamos y vaciábamos botellas. Compartíamos entonces las mismas historias de siempre, las que quedaron atrás. Si no era en aquellas noches, nunca volvíamos al pasado. Los muchachos sabían bien que no había que hurgar en los cubos de basura de la memoria. Si no paras de girarte para mirar atrás mientras andas, entonces no podrás mirar hacia delante. Sí, los muchachos lo sabían muy bien. Por eso alguna noche cualquiera nos juntábamos y bebíamos. Esas eran las únicas noches en las que volvíamos atrás. Bebíamos y dejábamos que nos atase por unas horas el ayer. Bebíamos como demonios hasta que uno caía al suelo. Entonces cortábamos la soga del pasado y soltábamos lastre. Ya sólo mirábamos hacia delante.

No hay comentarios: