19.9.07

Tiempos malos

Ha pasado el tiempo. Me dejo llevar y no recuerdo. De repente un día vuelvo y brilla el sol. O eso creo. Últimamente no brilla mucho. Desde que llegaron los señores al barrio todo cambió. Cegaron a los muchachos con los destellos de sus relojes. Se los llevaron. Ganaréis mucho dinero, les prometieron. Oh, sí, mucho dinero. Mirad a vuestro alrededor, les obligaron. ¿Queréis seguir siempre en la miseria, como vuestro padres, como los padres de vuestros padres? Eso les preguntaron, sí. Y ellos respondieron a coro que no. Estaban cegados por el ruído de los gemelos. Por primera vez les daban una orden y la cumplían. No me he recuperado. Que nadie piense que sí porque no lo he hecho y no lo haré. Aunque alguno de los muchachos haya vuelto. Saben que aquel no era el camino. Yo sé que la luz que se ve al fondo es sólo un destello. Cuando quieres acercarte el camino vuelve a estar a oscuras. ¿Por qué lo sé? Porque he pasado por ello, por supuesto. También a mí me cegaron antes. Pero yo nunca llegué a creerme que mi hogar, lo único que podía entonces llamar así, era miseria. La miseria es esta época. Vienen tiempos malos. Sí, lo sé.

No hay comentarios: