3.8.13

No te vas a morir, chico


Entró al bar con los ojos desencajados como si hubiera visto su cadáver en el espejo. Con las manos temblando. La respiración entrecortada. Nos buscó torpemente entre los cuerpos y cuando llegó a nosotros nos miró como si estuviera mirando la pared detrás de nosotros, atravesándonos sin vernos. No puedo respirar, nos dijo. Me va a estallar el corazón. Algo me está devorando por dentro. Apenas podía hablar. Lo hacía resoplando. Sacando fuerzas de las entrañas para exhalar cada palabra. Girando la cabeza para mirarnos a todos sin alcanzar a centrarse en nuestros ojos. El corazón, es el corazón. Se me escapa del cuerpo. No responde. Voy a explotar y os prometo que no he tomado nada para estar así. Nunca estuve así antes. Ayer estuve con ella. Hoy me he despertado solo. Y ahora no puedo respirar. Voy a distintas velocidades y ninguna la controla mi cerebro. Los muchachos le miraban sorprendidos. Sin pronunciar palabra. Esperando cada nueva palabra que pudiera pronunciar. Le puse la mano sobre el pecho, con la palma extendida, buscando los golpes del corazón. Después me giré hacia la barra y pedí un trago de whisky. No te vas a morir, chico. No al menos hoy. Tómatelo. Después sal a buscar a esa chica y bésala. 

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